¿Qué es Yoga?

Hay cuatro sendas principales en el Yoga – Karma Yoga, Bhakti Yoga, Jñana Yoga y Raja Yoga. Cada una se ajusta a un temperamento o a una aproximación diferente a la vida. Todas las sendas conducen, en última instancia, al mismo destino – la unión con Brahman o Dios – y las lecciones de cada una de ellas deben de ser integradas si se desea lograr verdadera sabiduría.

Karma Yoga, El Yoga de la Acción

Es la senda elegida primariamente por aquellos de naturaleza extrovertida. Purifica el corazón, enseñándonos a actuar desinteresadamente, sin pensar en ganancias o recompensas. Al desapegarnos de los frutos de nuestras acciones y ofrecérselas a Dios, aprendemos a sublimar el ego. Para poder lograrlo, es útil mantener la mente concentrada repitiendo un mantra durante el desarrollo de cualquier actividad.

Bhakti Yoga, La Senda de la Devoción o del Amor Divino

Esta senda atrae particularmente a aquellos de naturaleza emocional. El Bhakti Yogui está motivado principalmente por el poder del amor y ve a Dios como la personificación del amor. Él se entrega a Dios a través de la oración, el culto y el ritual, canalizando y transmutando sus emociones en devoción o amor incondicional. Entonar o cantar las alabanzas a Dios son una parte sustancial del Bhakti Yoga.

Jñana Yoga, El Yoga del Conocimiento o Sabiduría

Esta es la senda más difícil, requiere gran fuerza de voluntad e intelecto. Utilizando la filosofía del Vedanta, el Jñana Yogui usa su mente para investigar dentro de su propia naturaleza. Nosotros percibimos el espacio interno y externo de un vaso como diferentes entre sí, tal como nos percibimos separados de Dios, a nosotros mismos. El Jñana Yoga conduce al devoto a experimentar su unidad con Dios directamente, al disolver el velo de la ignorancia quebrando el vaso. Antes de practicar Jñana Yoga, el aspirante debe haber integrado las lecciones de las otras sendas yóguicas – ya que sin desinterés y amor por Dios, y sin fortaleza de cuerpo y mente, la búsqueda de la autorrealización puede convertirse en una mera y vacua especulación.

Raja Yoga, La Ciencia del Control Mental y Físico

A menudo llamada la “senda real”, ofrece un método comprensivo para controlar las ondas de pensamiento, transformando nuestra energía mental y física en energía espiritual. El Raja Yoga es llamado también Ashtanga Yoga en referencia a los ocho pasos que conducen al control mental absoluto. La práctica principal del Raja Yoga es la meditación. También incluye todos los demás métodos que nos ayudan a controlar el cuerpo, la energía, los sentidos y la mente. El Hatha Yogui utiliza la Relajación y otras prácticas tales como Yamas, Niyamas, Mudras, Bandhas, etc., para obtener el control del cuerpo físico y de la sutil fuerza vital llamada Prana. Cuando el cuerpo y la energía están bajo control, la meditación se produce naturalmente.

En la mitología hindú, se adora al dios sol como símbolo de salud y vida inmortal. El Rig Veda declara que «Surya es el alma, tanto de los seres móviles como inmóviles». El saludo al sol se originó como una serie de postraciones al sol. Tradicionalmente, se realiza al amanecer, de cara al sol naciente. Con el tiempo, cada una de las doce posiciones llegó a tener su propio mantra, celebrando aspectos de la divinidad del sol.

El saludo al sol es una elegante secuencia de doce posiciones realizadas como un ejercicio continuo. Cada posición contrarresta la anterior, estirando el cuerpo de forma diferente y alternando expandiendo y contrayendo el pecho para regular la respiración. Practicado a diario, aportará una gran flexibilidad a la columna vertebral y las articulaciones y recortará la cintura. Calienta todo el cuerpo en preparación para las Asanas (posturas) como las enseñó Swami Vishnudevananda.

Una ronda de Saludo al Sol consta de dos secuencias, la primera con el pie derecho en las posiciones 4 y 9, la segunda con el izquierdo. Mantenga sus manos en un lugar desde las posiciones 3 a 10 e intente coordinar sus movimientos con su respiración. Comience practicando cuatro rondas y aumente gradualmente hasta doce rondas.

1. Párese erguido con los pies juntos y las manos en posición de oración frente a su pecho. Asegúrese de que su peso esté distribuido uniformemente. Exhalar.
2. Inhalando, estire los brazos hacia arriba y arquee hacia atrás desde la cintura, empujando las caderas hacia afuera, con las piernas estiradas. Relaje su cuello.
3. Exhala, dobla hacia adelante y presiona las palmas hacia abajo, las yemas de los dedos en línea con los dedos de los pies; dobla las rodillas si es necesario.
4. Inhalando, lleve la pierna izquierda (o derecha) hacia atrás y coloque la rodilla en el suelo. Arquea hacia atrás y mira hacia arriba, levantando la barbilla.
5. Reteniendo la respiración, lleve la otra pierna hacia atrás y apoye su peso en las manos y los dedos de los pies.
6. Exhalando, baje las rodillas, luego el pecho y luego la frente, manteniendo las caderas hacia arriba y los dedos de los pies doblados hacia abajo.
7. Inhale, baje las caderas, apunte los dedos de los pies y doble hacia atrás. Mantenga las piernas juntas y los hombros hacia abajo. Mira hacia arriba y hacia atrás.
8. Exhala, dobla los dedos de los pies hacia abajo, levanta las caderas y gira en forma de «V» invertida. Trate de empujar los talones y la cabeza hacia abajo y mantenga los hombros hacia atrás.
9. Inhalando, da un paso adelante y coloca el pie izquierdo (o derecho) entre tus manos. Apoya la otra rodilla en el suelo y mira hacia arriba, como en la posición 4.
10. Exhalando, lleva la otra pierna hacia adelante e inclínate hacia abajo desde la cintura, manteniendo las palmas como en la posición 3.
11. Inhalando, estire los brazos hacia adelante, luego hacia arriba y hacia atrás por encima de la cabeza e inclínese hacia atrás lentamente desde la cintura, como en la posición 1.
12. Exhalando, vuelva suavemente a la posición vertical y baje los brazos a los lados.

La clase de Sivananda Yoga ofrece una práctica completa que se centra en la respiración, la relajación y el estiramiento suave, que puede ser un desafío para los practicantes avanzados y relajante para los estudiantes principiantes. La clase comienza con Pranayama, o ejercicios de respiración, seguidos de saludos al sol y levantamiento de piernas para calentar el cuerpo. Luego vienen las 12 asanas o posturas básicas, comenzando con la posición de cabeza y terminando con posturas de pie. Puede haber cualquier cantidad de variaciones en estas posturas, pero la estructura básica siempre se mantiene igual.

La práctica de asanas es una de las ocho ramas del yoga clásico, que establece que las posturas deben ser constantes y cómodas, firmes pero relajadas, lo que ayuda al practicante a ser más consciente de su cuerpo, mente y entorno.

Las 12 posturas o asanas básicas son mucho más que estirar. Abren los canales de energía, los chakras y los centros psíquicos del cuerpo mientras aumentan la flexibilidad de la columna, fortalecen los huesos y estimulan los sistemas circulatorio e inmunológico. Junto con la respiración adecuada o pranayama, las asanas también calman la mente y reducen el estrés. Con la práctica regular, se puede garantizar la salud física y mental en general y la posible prevención de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y la artritis. Con el tiempo, realizar las posturas de forma lenta y consciente se convierte en un ejercicio mental de concentración y meditación.